El Ejército de Tailandia ha subrayado este viernes que mantendrá la “defensa fronteriza” frente a las acciones de Camboya, incluso después de la disolución, horas antes, del Parlamento, paso que ha abierto la puerta a elecciones anticipadas en un contexto de recrudecimiento de la violencia con las fuerzas camboyanas.
La institución castrense ha señalado que, pese al anuncio del primer ministro, Anutin Charnvirakul, quien ha asegurado que busca “devolver el poder al pueblo” tailandés, el Ejecutivo en funciones “seguirá adelante con las acciones” destinadas a garantizar “la protección” de la ciudadanía mientras continúan los ataques, que han provocado ya más de una veintena de fallecidos en ambos lados de la frontera.
En un comunicado, el Centro de Prensa Conjunto sobre la Situación en la Frontera entre Tailandia y Camboya ha recalcado que las tropas tailandesas continúan ejerciendo su “derecho a la autodefensa” tras los bombardeos camboyanos en la zona limítrofe. El organismo ha precisado que la finalidad es “detener las amenazas contra los civiles y preservar la soberanía nacional”.
El Gobierno y las Fuerzas Armadas han reiterado que “tienen la autoridad legal total para ordenar y realizar operaciones, imponer la ley marcial en las zonas en las que sea necesario y seguir informando de forma transparente de lo que sucede para que la población pueda acceder a información veraz”.
En la misma nota, han defendido que “Tailandia sigue comprometida con el principio de resolución pacífica y desea la paz con Camboya. Al mismo tiempo, defenderá con resolución y de forma legal el país y la seguridad de su pueblo”, al tiempo que han reclamado “calma” y “unidad nacional”.
Las autoridades han instado además a la población a evitar las “áreas de mayor peligro”, en especial las cercanas a la línea fronteriza, y a “abstenerse de difundir imágenes o informaciones que puedan dañar a los efectivos del Ejército y las fuerzas de seguridad”. “Vamos a superar esta situación mediante la cooperación, con confianza y solidaridad entre todos nosotros”, han remachado.
Anutin asumió el cargo de jefe de Gobierno del país asiático a comienzos de septiembre, hace tres meses, después de ser elegido por el Parlamento como sustituto de Paetongtarn Shinawatra, destituida de forma definitiva por el Tribunal Constitucional. Durante la toma de posesión prometió la convocatoria de comicios anticipados en un plazo máximo de cuatro meses, y ahora se estima que la cita con las urnas tendrá lugar dentro de entre 45 y 60 días.
La llegada de Charnvirakul al poder pretendía cerrar la crisis institucional abierta tras la suspensión de Shinawatra en julio por una “negligencia ética grave”, al criticar la actuación del Ejército en una conversación con el ex primer ministro camboyano Hun Sen, llamada que se produjo en pleno conflicto entre ambos países, con decenas de víctimas mortales.
Los choques más recientes en la zona fronteriza se han saldado con más de una veintena de muertos y más de medio millón de desplazados en los dos lados de la frontera. Las hostilidades se iniciaron el lunes, cuando Tailandia atacó posiciones de Camboya tras denunciar la muerte de uno de sus soldados a manos de las fuerzas del país vecino.
