El activista egipcio-británico Alaa Abdelfatá, que recuperó la libertad el pasado 23 de septiembre tras pasar casi diez años entre rejas, ha llegado este viernes a Londres para reencontrarse con sus familiares, después de que el Gobierno egipcio levantara la prohibición de salida del país que pesaba sobre él.
Su madre, Laila Sueif, ha anunciado en redes sociales que el conocido opositor, una de las caras más visibles de las protestas que llevaron a la caída del presidente Hosni Mubarak en 2011 en el marco de la Primavera Árabe, ha aterrizado ya en la capital británica.
El primer ministro de Reino Unido, Keir Starmer, ha aplaudido públicamente su llegada y ha expresado su agradecimiento al presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, por el indulto concedido al activista. Abdelfatá ya había intentado abandonar Egipto el mes pasado para ver a su familia, pero las autoridades le impidieron entonces embarcar en el vuelo.
“Quiero rendir homenaje a la familia de Alaa y a todos aquellos que han trabajado y hecho campaña para lograr este momento. El caso de Alaa ha sido una prioridad absoluta para mi Gobierno desde que asumimos el cargo”, ha expresado en redes sociales.
El perdón presidencial fue otorgado por Al Sisi a propuesta del Consejo Nacional para los Derechos Humanos (NCHR), lo que permitió la excarcelación de Abdelfatá junto a otros cinco activistas. Su abogado, Jaled Alí, confirmó el pasado fin de semana que también se habían eliminado las restricciones que le impedían viajar al extranjero.
Abdelfatá fue sentenciado a cinco años de prisión por difundir “noticias falsas” tras lanzar duras críticas contra las autoridades, aunque terminó pasando otros dos años adicionales en la cárcel porque no se le contabilizó el periodo que había permanecido en prisión preventiva.
Sus familiares denunciaron en reiteradas ocasiones que durante todo este tiempo no recibió ninguna visita consular, lo que les llevó a emprender huelgas de hambre, tanto él como su madre. El activista había sido arrestado inicialmente en 2014 por participar en una manifestación no autorizada y por la supuesta agresión a un agente de Policía. Recuperó la libertad de forma temporal en 2019, pero fue detenido de nuevo poco después.
Al Sisi, que accedió al poder tras un golpe de Estado en julio de 2013, respaldado por multitudinarias protestas contra el entonces presidente islamista Mohamed Mursi —primer jefe de Estado elegido democráticamente en Egipto, fallecido en 2019 durante una vista judicial—, ha impulsado desde entonces una intensa campaña represiva contra distintos sectores de la oposición.