El Ejército de República Democrática del Congo sostiene que las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23) han engañado a la comunidad internacional y, en contra de lo que afirman, no han abandonado en ningún momento la estratégica ciudad de Uvira, en la provincia oriental de Kivu Sur, que continúa bajo su dominio total desde su entrada en la localidad el 10 de diciembre.
En un comunicado difundido este sábado en su página de Facebook, las Fuerzas Armadas congoleñas señalan que existe una “presencia visible y continua de combatientes y unidades armadas del M23 en Uvira y sus alrededores”, acompañada por un despliegue de militares ruandeses que brindan apoyo logístico a las milicias.
La conquista de Uvira supuso un nuevo avance de este grupo armado, que se autodefine como defensor de los derechos de los tutsis congoleños, en su ofensiva por el este del país, especialmente en la región de Kivu. Allí controlan las capitales de las provincias del norte y del sur, Goma y Bukavu, pese a los constantes, aunque fallidos, intentos de mediación internacional para alcanzar la paz.
“Estos grupos todavía están desplegados en varios distritos de la ciudad, ocupando posiciones estratégicas y controlando ciertas carreteras”, subraya el Ejército sobre la permanencia del M23 en Uvira.
Pese a que el M23 insiste en que se ha retirado de la urbe como muestra de buena voluntad, ni las autoridades congoleñas ni la mediación internacional liderada por Estados Unidos dan credibilidad a esa versión. De hecho, este viernes, la representación permanente estadounidense ante el Consejo de Seguridad reclamó garantías firmes de retirada y urgió a los rebeldes a reposicionarse, como mínimo, a 75 kilómetros del municipio.
“El compromiso del M23 de retirarse de Uvira, la ciudad, no es suficiente. Debe retirarse inmediatamente al menos 75 kilómetros de Uvira y volver a cumplir con todas las obligaciones asumidas en el marco de negociación”, declaró una portavoz de la delegación norteamericana.
Para las Fuerzas Armadas de RDC, la supuesta ceremonia de retirada del M23 fue únicamente una “distracción” escenificada por un reducido contingente de milicianos que, en realidad, se desplazó a las colinas de las mesetas de Uvira para esconderse de las cámaras, en un nuevo ejemplo de las “promesas vacías”.
El Ejército añade que este tipo de maniobras constituyen una “táctica cotidiana de Ruanda, aliada según RDC de los milicianos, acostumbrada como está a “subterfugios, estratagemas y engaños” como el reciente acuerdo de paz firmado en Washington entre el presidente congoleño, Félix Tshisekedi y el ruandés, Paul Kagame, que en ningún momento se ha traducido sobre el terreno.
“Esta distracción es en realidad un mero truco mediático destinado a engañar a la opinión pública nacional e internacional, y constituye una maniobra destinada a manipular la confianza de los negociadores estadounidenses y de Qatar para desviar la creciente presión internacional sobre el estado agresor y sus fuerzas militares de ocupación”, concluye el texto, firmado por el portavoz del Ejército congoleño, el general Sylvain Ekenge.