El Mando de Naciones Unidas, bajo liderazgo de Estados Unidos, ha reiterado este domingo su autoridad sobre la Línea de Demarcación Militar (MDL) que separa a Corea del Norte y Corea del Sur, en lo que se interpreta como un rechazo a la iniciativa del Ejército surcoreano de revisar el trazado de dicha línea para reducir el riesgo de choques con Pyongyang.
“El Mando de Naciones Unidas reafirma su compromiso con el mantenimiento del Acuerdo de Armisticio, incluida la MDL, y las medidas de apoyo que evitan una escalada y promueven la estabilidad en la Zona Desmilitarizada (DMZ)”, ha indicado en un comunicado enviado a la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
En la nota, el mando recuerda que “la MDL fue establecida y representada” en el acuerdo de armisticio firmado el 27 de julio de 1953, “tras una serie de negociaciones”, y subraya que cualquier negociación militar entre ambas Coreas sobre este punto debe desarrollarse “bajo auspicios” del Mando de Naciones Unidas, tal y como recoge el propio armisticio.
“Desde 1953, el Mando de Naciones Unidas ha administrado con éxito la DMZ, un papel que ha sido esencial para mantener la estabilidad, especialmente en medio de períodos de intensas tensiones intercoreanas”, ha zanjado el comunicado.
El Mando de Naciones Unidas es una estructura militar multinacional dirigida por Washington que combatió junto a Corea del Sur durante la Guerra de Corea (1950-1953) y que actualmente supervisa el lado surcoreano del Área de Seguridad Conjunta, el único punto donde representantes de Pyongyang y Seúl pueden encontrarse cara a cara para negociar.
Este pronunciamiento se produce tras la orden emitida la semana pasada por el Estado Mayor Conjunto surcoreano, que instruyó a sus unidades a dar prioridad a las marcas de la MDL a la hora de tomar decisiones operativas, utilizando el mapa oficial de Seúl y una línea que una los mojones fijados por el propio Mando de Naciones Unidas cuando surjan dudas sobre la delimitación exacta.
El Ejecutivo de Corea del Sur ya había planteado a mediados de noviembre a Corea del Norte la celebración de conversaciones militares para precisar el trazado de la MDL, con la intención declarada de impedir incidentes armados en la frontera común, en un contexto de tensión creciente y de actividades norcoreanas en esa franja.
Corea del Norte, que hasta ahora no ha atendido los llamamientos del presidente surcoreano, Lee Jae Myung, para reactivar el diálogo político y tratar de acercar posiciones con vistas a resolver la disputa, tampoco ha dado respuesta a esta propuesta. La última ronda de contactos militares entre Seúl y Pyongyang —que continúan técnicamente en guerra— tuvo lugar en 2018.