El primer ministro interino de Tailandia, Anutin Charnvirakul, ha anunciado este viernes que el titular de Defensa, Natthaphon Narkphanit, se desplazará al distrito de Pong Nam Ron, en la provincia de Chanthaburi, para unirse este sábado a las conversaciones con Camboya que se desarrollan en la zona fronteriza con el objetivo de cerrar un acuerdo de alto el fuego.
Mientras los ataques se prolongan por tercera semana consecutiva, el dirigente tailandés ha señalado que “si el ministro logra llegar a un acuerdo con su homólogo camboyano, las partes podrían alcanzar un pacto similar al que siguió a los enfrentamientos de julio”. En este punto, ha rememorado que aquel entendimiento fue posible con el respaldo del entonces presidente estadounidense, Donald Trump.
“Lo importante es que los dos mantengamos nuestras promesas y que no haya amenazas o instigaciones. Hay que reducir la violencia entre los dos países”, ha manifestado ante los medios en Bangkok, donde ha expresado su confianza en el proceso, aunque por ahora la parte camboyana no ha realizado comentarios públicos al respecto.
Asimismo, ha insistido en que Bangkok no ha vulnerado el acuerdo alcanzado en octubre en Kuala Lumpur, capital de Malasia, y ha subrayado que, por motivos de seguridad, las fuerzas tailandesas conservarán sus actuales posiciones y no se replegarán por el momento.
El jefe del Gobierno interino ha puntualizado que el pacto anterior “no recogía nada referente a esta retirada” y ha remarcado que un eventual repliegue solo podría contemplarse si “Camboya se retira primero durante un tiempo de sus posiciones”, de acuerdo con lo publicado por el diario ‘The Nation’.
La tensión bilateral se ha incrementado a medida que se suceden los ataques en la franja limítrofe, donde han muerto ya 96 personas en ambos lados de la frontera durante el mes de diciembre. Las autoridades tailandesas elevan a 23 el número de militares fallecidos, a los que se suman 42 civiles muertos, mientras que otros 31 civiles han perdido la vida en territorio camboyano.
En las últimas semanas, los dos países se han cruzado acusaciones de provocaciones en la frontera, reavivando la escalada de julio que desembocó en el mencionado acuerdo y que, en apenas cinco días, causó la muerte de cerca de medio centenar de personas y el desplazamiento de cientos de miles de habitantes.
Este mismo viernes, las fuerzas camboyanas han denunciado que el Ejército tailandés continúa bombardeando la zona, en particular los alrededores del templo en disputa de Preah Vihear, en la provincia del mismo nombre, así como áreas de la provincia de Oddar Meanchey.