“Autodeterminación”, la formación encabezada por el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, se perfila como clara vencedora en las elecciones legislativas anticipadas celebradas este domingo. Todo apunta a que mejorará con holgura sus resultados de los comicios de febrero y consolidará su papel como principal fuerza política de cara al complejo reto de poner fin a la parálisis institucional que pesa sobre el país desde comienzos de año.
Con alrededor del 90 por ciento de los votos ya escrutados, Vetevendosje ronda el 50 por ciento de apoyo, a la espera aún del recuento de la diáspora. Esta cifra supera ampliamente el 42,3 por ciento obtenido en las urnas el pasado febrero y refuerza la posición de Kurti.
En paralelo, el segundo partido del país, el Partido Democrático de Kosovo, se mantiene prácticamente en los mismos niveles que hace diez meses, con un 21 por ciento provisional frente al 20,9 por ciento de febrero. El cambio decisivo se produce en la tercera fuerza, la Liga Democrática de Kosovo, que sufre un fuerte retroceso y pierde por ahora cinco puntos, al pasar de un 18,2 por ciento a un 13,3 por ciento provisional.
El dirigente de la Liga, Lumin Abdixhiku, ha asumido públicamente la derrota de una formación que en su mejor momento aspiraba a ser pieza clave en las negociaciones de gobierno, y ha admitido que Kurti dispone ahora de una posición dominante en la escena política. “El Estado está por encima de cada uno de nosotros y esperemos que los ciudadanos hayan elegido correctamente esta vez”, ha señalado.
“Autodeterminación” se impone en 24 municipios, entre ellos la capital, Prístina, lo que refuerza aún más su hegemonía territorial.
En el norte de mayoría serbia, los resultados se ajustan a lo previsto y Lista Serbia vuelve a ser la opción más respaldada. Esta formación, considerada el brazo político de Belgrado en Kosovo, se sitúa entre el 3,5 y el 4 por ciento de los sufragios, muy por delante de la segunda candidatura, el partido “Por la Libertad, la Justicia y la Supervivencia”, que apenas alcanza un 0,44 por ciento.
La debilidad que mostró el partido de Kurti en febrero obligó al primer ministro a compartir gobierno con adversarios que le dejaron un margen de acción mínimo.
El país tuvo que pasar por hasta 70 votaciones para designar al presidente del Parlamento, figura clave para poner en marcha el proceso político, ya que es quien fija el calendario legislativo. Kurti fracasó en las dos tentativas de formar ejecutivo, en un contexto de creciente impaciencia por parte de Washington y Bruselas.