El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha instado este miércoles a la ciudadanía a realizar un esfuerzo de “empatía genunida”, que, según ha asegurado, será respondido por las instituciones con un ejercicio de “crítica constructiva”, en un momento en que las protestas contra la precariedad, iniciadas hace cuatro días, comienzan a propagarse más allá de Teherán.
Medios semioficiales, entre ellos la agencia Nour, han informado de nuevas movilizaciones en la ciudad de Fasa, en el centro-sur del país, donde un grupo de manifestantes ha irrumpido en la oficina del gobernador. Estas acciones reflejan el creciente malestar tras el desplome del rial registrado el domingo, que se tradujo casi de inmediato en un encarecimiento de los alimentos, en un contexto ya deteriorado por las sanciones internacionales que siguen agravando la economía iraní.
Pezeshkian ha evitado deslegitimar las movilizaciones. En unas declaraciones difundidas este miércoles por la agencia oficial IRNA, el mandatario ha defendido la necesidad de “la prevención de la la formación y la continuación de tendencias financieras indebidas desde el principio, estableciendo sistemas de supervisión precisos, transparentes y con principios”.
Al mismo tiempo, el presidente ha lamentado que estas protestas coincidan con “presiones de potencias extranjeras” y que, “en el ámbito nacional, en lugar de sinergia y apoyo, algunas posturas y acciones a veces causan debilidad y perjuicio”.
“En un entorno así, prestar atención a los aspectos positivos del desempeño y fortalecer la empatía es fundamental para superar las crisis y presiones”, ha señalado, antes de reiterar que “el apoyo mutuo, la empatía genuina y la crítica constructiva pueden allanar el camino a través de las difíciles circunstancias actuales y allanar el camino para reformas sostenibles”.
En la capital, imágenes difundidas por la agencia Bloomberg este miércoles muestran comercios cerrados y concentraciones en torno al Gran Bazar, epicentro de las primeras protestas del fin de semana, pese al amplio despliegue de seguridad. En otros vídeos, supuestamente grabados el martes por la noche, se observa a agentes antidisturbios enmascarados patrullando áreas comerciales y empleando porras para obligar al cierre de tiendas y dispersar a los presentes.
El diario Shargh, con sede en Teherán, ha señalado que al menos cuatro estudiantes fueron arrestados el martes durante las protestas en la Universidad de Teherán. El mismo medio ha añadido que un periodista político del periódico reformista Etemad fue detenido mientras cubría las manifestaciones del lunes en el Gran Bazar, aunque ha sido excarcelado este miércoles.
NUEVO GOBERNADOR DEL BANCO CENTRAL
Ante la escalada de tensión, el Ejecutivo iraní ha comunicado este miércoles la destitución del actual gobernador del Banco Central y el nombramiento en su lugar del exministro de Economía y Finanzas, Abdolnaser Hemmati.
“El proceso de nombramiento del señor Hemmati como presidente del Banco Central de la República Islámica de Irán se llevó a cabo tras obtener la mayor puntuación por parte de los expertos del sector bancario y fue ratificado por el voto de confianza del gobierno”, ha explicado la portavoz del Gobierno, Fatemé Mohajerani, en su cuenta de X.
Hemmati ha fijado como prioridades frenar la inflación y gestionar el tipo de cambio. “El país se encuentra en circunstancias difíciles y, además, bajo la presión de las sanciones, debemos estabilizar la situación económica con la ayuda de todos los expertos económicos, parlamentarios y funcionarios para que la población pueda encontrar la paz”, ha manifestado.
“Definitivamente eliminaremos la corrupción y las rentas derivadas de los tipos de cambio múltiples. En mi opinión, una de las principales razones de la inestabilidad en el mercado cambiario son los tipos de cambio múltiples, las rentas, la corrupción y la especulación que allí se producen. Voy a arreglar esta situación”, ha concluido.