El presidente de Líbano, Joseph Aoun, declaró este jueves que “las cosas avanzan en una dirección positiva” tras los contactos más recientes con Israel y subrayó que “el espectro de la guerra ha sido alejado de Líbano”.
“Puedo decir que el espectro de la guerra se ha alejado de Líbano y que las cosas van en una dirección positiva, si Dios quiere”, afirmó después de reunirse con el patriarca maronita, Bechara al Rai, en Bkerké, donde expresó su aspiración de que 2026 marque el “nacimiento de un nuevo Líbano”.
En este contexto, lanzó una crítica velada contra el partido-milicia chií Hezbolá y defendió “un Estado de instituciones, no un Estado de partidos y sectas”, en plena disputa con la organización por los planes de Beirut para proceder a su desarme, según informó la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
“Hay una herida que sangra en el sur y espero que con el nacimiento de un nuevo Líbano pongamos fin a las guerras y vivamos en paz”, añadió Aoun, quien reiteró además que las elecciones se celebrarán conforme al calendario ya fijado. “Es un deber constitucional que debe ser cumplido”, remachó.
Las declaraciones del jefe del Estado libanés se producen después de que delegaciones de Israel y Líbano se reunieran la semana pasada para estudiar fórmulas que permitan sostener el alto el fuego acordado en noviembre de 2024, tras trece meses de enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y Hezbolá a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023.
Durante la jornada, Israel llevó a cabo un nuevo ataque aéreo sobre territorio libanés en el que murieron dos personas, entre ellas un presunto integrante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, según el Ejército israelí, mientras Teherán aún no ha ofrecido respuesta a estas acusaciones.
Desde la entrada en vigor del alto el fuego de noviembre de 2024, Israel ha efectuado decenas de bombardeos en Líbano alegando que actúa contra posiciones y actividades de Hezbolá y defendiendo que, por este motivo, no estaría vulnerando el acuerdo. Sin embargo, tanto el Gobierno libanés como el propio grupo chií han rechazado esta interpretación y Naciones Unidas también ha condenado estos ataques.
El pacto de alto el fuego establecía la retirada de las fuerzas de Israel y de Hezbolá del sur de Líbano. Pese a ello, el Ejército israelí mantiene cinco posiciones en territorio de su vecino, una presencia que ha sido duramente cuestionada por las autoridades libanesas y por la milicia chií, que reclaman el levantamiento total de ese despliegue.