El primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, ha expresado su confianza en que los diputados puedan alcanzar un consenso para aprobar las cuentas públicas de 2026, siempre que las formaciones políticas dejen a un lado los “juegos políticos”.
En un mensaje dirigido a la nación, ha recalcado que “El Gobierno no está aquí para preparar elecciones, sino para sacar adelante al país; es una tarea ingrata, pero necesaria”, subrayando a continuación que el Ejecutivo ha decidido “negociar y buscar compromisos que beneficien al país”.
Sus palabras llegan justo después de que la Asamblea Nacional francesa haya dado su visto bueno por unanimidad a un proyecto de ley excepcional que permitirá garantizar la financiación del Estado a partir del 1 de enero, ante la ausencia de un pacto sobre los presupuestos de 2026, que el Gobierno pretende sacar adelante “lo antes posible”.
Esta iniciativa legislativa deberá ser ahora examinada y aprobada por el Senado antes de ser promulgada por el presidente francés, Emmanuel Macron. Hasta la fecha, el Ejecutivo se ha resistido a recurrir al artículo 49.3 de la Constitución, que le permitiría validar el proyecto presupuestario sin someterlo a votación en la Asamblea.
La semana pasada, los diputados ya dieron su aprobación a la ley de financiación de la Seguridad Social para 2026, en la que se incorpora una enmienda que pone fin de forma definitiva a la histórica y controvertida reforma de las pensiones, condición imprescindible para que los diputados socialistas respaldaran el texto.