El magistrado del Tribunal Supremo de Brasil Alexandre de Moraes ha autorizado que el general Augusto Heleno Ribeiro —exministro del Gabinete de Seguridad Institucional durante el Gobierno de Jair Bolsonaro— cumpla en su domicilio la condena de 21 años de cárcel por golpe de Estado, al constatarse que sufre alzhéimer.
Ribeiro, de 78 años, señalado por la Fiscalía como integrante del “núcleo crucial” encabezado por Bolsonaro para intentar mantenerlo en el poder tras su derrota en las presidenciales de octubre de 2022, fue arrestado a finales de noviembre y trasladado inicialmente a instalaciones castrenses, donde estaba previsto que empezara a ejecutar la pena impuesta.
No obstante, De Moraes, responsable de la macrocausa que hasta ahora ha acumulado alrededor de 500 años de prisión para la treintena de implicados en la organización de la intentona golpista, ha aceptado los argumentos de la defensa relativos al delicado estado de salud del militar retirado.
Durante un reconocimiento médico posterior a su detención, Ribeiro afirmó que convivía con alzhéimer desde 2018, un año antes de incorporarse al Ejecutivo de Bolsonaro. Sin embargo, sus letrados matizaron esta versión en un escrito remitido al juez del Supremo, en el que precisaron que el diagnóstico definitivo de la enfermedad se produjo en enero de 2025.
Como parte de las condiciones para el arresto domiciliario, Ribeiro deberá llevar una tobillera electrónica de seguimiento, verá revocados todos sus permisos para poseer y portar armas de fuego y solo podrá recibir visitas de sus abogados, personal sanitario y otras personas que cuenten con la autorización expresa del tribunal.
Además, se le prohíbe utilizar el teléfono y acceder a redes sociales. De Moraes ha avisado de que, si vulnera cualquiera de estas restricciones, será enviado de forma inmediata a cumplir la pena en un régimen cerrado ordinario.
Dentro del denominado “núcleo central” de la conspiración, el único que ha ingresado en una prisión común es el exministro de Justicia Anderson Torres, que cumple una condena de 24 años en la cárcel de Papuda. El resto de los implicados, entre ellos Bolsonaro, permanecen recluidos en dependencias de la Policía y de las Fuerzas Armadas, atendiendo a su condición de militares.