El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha dictado este jueves una sentencia contra Polonia por las decisiones de su Tribunal Constitucional que ponían en entredicho los principios esenciales de la Unión Europea, al declarar que determinadas normas comunitarias chocaban con el ordenamiento constitucional polaco.
La Comisión Europea abrió un expediente sancionador a Polonia en diciembre de 2021 mediante el envío de una carta de emplazamiento al Ejecutivo ultraconservador de Mateusz Morawiecki, a raíz de dos resoluciones de julio y octubre de ese mismo año en las que el Constitucional polaco cuestionaba la primacía del Derecho de la Unión.
En el examen previo a la remisión del caso al TJUE en febrero de 2023, Bruselas sostuvo que el Tribunal Constitucional polaco “ya no cumple las exigencias de un tribunal independiente e imparcial previamente establecido por la ley”.
El Alto Tribunal de la UE respalda en su totalidad el recurso de la Comisión Europea y declara que Polonia ha incurrido en incumplimiento. En particular, advierte de que un Estado miembro no puede ampararse en su identidad constitucional para dejar de observar los valores comunes recogidos en el artículo 2 del Tratado de la UE, entre ellos el Estado de derecho, la tutela judicial efectiva y la independencia de los jueces.
La resolución subraya además que estos valores son la base de la propia identidad de la Unión, a la que Polonia decidió adherirse de forma voluntaria. Una vez producida la adhesión, dichos principios se concretan en obligaciones jurídicas vinculantes de las que los Estados miembro no pueden desligarse, insiste la sentencia del TJUE.
Asimismo, el fallo recuerda que los tribunales nacionales no pueden fijar por sí solos el alcance ni los límites de las competencias conferidas a la Unión.
Estas cuestiones exigen necesariamente una interpretación del Derecho de la Unión y, dentro del sistema jurisdiccional configurado por los Tratados, esa competencia corresponde en exclusiva a los tribunales de la Unión.