El Tribunal Penal Internacional (TPI) ha desestimado este lunes varios recursos interpuestos por Israel frente a la investigación en curso sobre sus acciones durante la ofensiva militar en la Franja de Gaza.
Con esta resolución, el TPI ratifica el criterio de la cámara de instrucción y niega que exista una “nueva situación” que obligue a anular y reiniciar por completo las pesquisas de la Fiscalía. El tribunal subraya que la investigación sigue refiriéndose “al mismo conflicto armado, en el mismo territorio y las mismas partes en conflicto” que en el procedimiento relativo al Estado de Palestina.
Las autoridades israelíes habían defendido que la intensificación de la guerra desde el 7 de octubre de 2023 constituía un cambio esencial que afectaría al caso a la luz del artículo 18 del Estatuto de Roma —norma que regula el funcionamiento del TPI— y de los requisitos de admisibilidad.
No obstante, los magistrados concluyen que “no hay un cambio sustancial en los parámetros de la investigación que obliguen a una nueva notificación”. Recuerdan, además, que la causa abierta en 2021 ya abarca presuntos crímenes de guerra cometidos “desde el 13 de junio de 2014 y sin fecha de fin”.
La decisión del tribunal refuerza igualmente la base jurídica de las órdenes de detención dictadas en noviembre de 2024 contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant, a quienes se atribuyen crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
El TPI reclamó también la detención de tres dirigentes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), aunque estos han muerto durante la ofensiva del Ejército israelí, que ha provocado ya más de 70.000 fallecidos en el enclave palestino.