El número de víctimas mortales en los enfrentamientos de julio entre milicianos drusos y beduinos, que contaron con el respaldo de las fuerzas gubernamentales sirias en la provincia de Sueida, ha alcanzado casi los 2.000, de acuerdo con lo reportado por el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos el pasado viernes.
El Observatorio, que opera desde Londres y cuenta con informantes dentro de Siria, ha señalado en su perfil de la red social X que los fallecidos incluyen 1.490 drusos, entre ellos 765 civiles que fueron ejecutados de forma sumaria por las fuerzas de seguridad, además de 436 miembros de las fuerzas de seguridad y 39 milicianos y tres civiles beduinos.
Los conflictos iniciaron tras enfrentamientos entre grupos drusos y beduinos, intensificándose con la intervención de las fuerzas de Damasco, aliadas con los beduinos. Esto provocó que Israel realizara varios bombardeos, incluso contra la sede del Ministerio de Defensa en Damasco, bajo la justificación de proteger a esta minoría.
Tras el derrocamiento de Bashar al Assad en diciembre, debido a una ofensiva de yihadistas y rebeldes liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS), las nuevas autoridades han enfrentado diversos desafíos de seguridad, incluidos conflictos sectarios. Sin embargo, Ahmed al Shara, líder de HTS previamente conocido como Abú Mohamed al Golani, ha prometido trabajar para estabilizar la situación.