Los bombardeos realizados por el ejército de Israel en Yemen este domingo, que han impactado en dos plantas de energía y un depósito de combustible, han dejado un saldo de seis personas fallecidas y 86 lesionadas, de acuerdo con la información proporcionada por el Ministerio de Salud del gobierno hutí.
El portavoz Anees Alasbahi ha comunicado a través de su perfil en la red social X que los afectados incluyen siete menores y tres mujeres, y que 21 de las víctimas se encuentran en estado crítico. Ha destacado que este recuento es definitivo.
Condena y llamado a la acción internacional
Alasbahi ha condenado estos hechos en su mensaje, declarando que «este crimen se suma a la serie de violaciones sistemáticas cometidas por las fuerzas de ocupación israelíes contra civiles y bienes de carácter civil (…) y constituye un crimen de guerra», instando a la comunidad internacional a tomar «medidas urgentes» para cesar estos ataques.
El gobierno hutí ha reportado que los ataques han afectado la «vital central eléctrica de Haziz», que «proporciona luz a hogares de personas inocentes y abastece a hospitales para niños y enfermos» llevando a una «destrucción generalizada» y resultando en «un apagón». Han afirmado que «estos brutales ataques no disuadirán al gran pueblo yemení de su firme y legítima postura en apoyo total y absoluto a nuestro puebo en la Gaza asediada, objeto de un crimen de genocidio absoluto».
Por otro lado, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha declarado que la aviación «ha destruido el palaco presidencial hutí en Yemen» desde el centro de mando de las Fuerzas Aéreas en Tel Aviv, con la presencia del primer ministro Benjamin Netanyahu.
Netanyahu ha advertido que «atacaremos a quien nos ataque. Quien planee atacarnos, le atacaremos. Creo que la región entera está conociendo la fuerza y la determinación de Israel», recoge ‘The Times of Israel’. «El régimen terrorista hutí está aprendiendo por las malas que pagará, que está pagando un precio muy alto por su agresión contra Israel», agregó.
El Ejército israelí ha confirmado que los ataques se realizaron en respuesta a los continuos asaltos del régimen hutí, incluyendo el lanzamiento de misiles y drones hacia Israel, afectando al complejo militar que alberga el Palacio Presidencial, las centrales de Haziz y Assar, y un depósito de combustible.