Este miércoles, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) comunicó que implementará un paro armado de 48 horas comenzando este viernes en el departamento de Chocó, en un contexto de escalada de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de Colombia tras el colapso de las negociaciones con el gobierno.
Desde el ELN, se ha indicado que esta acción es una reacción a los presuntos abusos realizados por el Ejército en partes del municipio de Lloró, situado en esta región selvática del noroeste colombiano.
El frente de guerra Ogli Padilla ha expresado que esto es en respuesta al «secuestro llevado a cabo por efectivos de las fuerzas colombianas el pasado domingo de una docena de personas no combatientes en la comunidad de Chiriquí Alto Atrato».
Además, han señalado que estas personas fueron obligadas a involucrarse en operaciones militares, poniendo en riesgo sus vidas, de acuerdo con un comunicado del grupo armado difundido en plataformas digitales.
El grupo también ha reportado torturas a un residente local y robos a varios más por parte de las fuerzas de seguridad, todo bajo la «bajo el silencio cómplice» de la gobernadora Nubia Carolina Córdoba, criticada por no mencionar nunca la presencia de grupos paramilitares.
«El terrorismo de Estado es una práctica naturalizada y permanente en Chocó», ha denunciado el ELN, instando a las entidades de Derechos Humanos a exponer el «genocidio étnico que se esconde en el departamento».
El paro armado restringirá a miles de ciudadanos a quedarse en sus casas durante todo el fin de semana. El ELN ha solicitado a la población evitar desplazamientos por rutas terrestres y marítimas.
