Las autoridades de Emiratos Árabes Unidos (EAU) han resaltado este viernes la labor de Arabia Saudí “al servicio” del pueblo yemení y han puesto en valor sus “esfuerzos” para apuntalar la estabilidad en el país, después de los ataques perpetrados en el este de Yemen por milicias secesionistas respaldadas por el propio Gobierno emiratí.
En un comunicado difundido en su página web, el Ministerio de Exteriores emiratí ha indicado que el Gobierno “acogió con satisfacción los esfuerzos fraternales de Arabia Saudí apoyar la seguridad y la estabilidad en Yemen, y elogió su papel al servicio de los intereses del pueblo yemení y al cumplimiento de sus legítimas aspiraciones de estabilidad y prosperidad”.
En la misma nota, la cartera de Exteriores ha reiterado “su compromiso de apoyar todos los esfuerzos que contribuyan al fortalecimiento de la estabilidad y el desarrollo en Yemen, lo cual repercutirá positivamente en la seguridad y la prosperidad de la región”.
Estas manifestaciones se producen un día después de que Riad defendiera haber “hecho todo lo posible por alcanzar soluciones pacíficas” ante las recientes ofensivas del Consejo de Transición del Sur, una facción secesionista apoyada por EAU que persigue la creación del Estado del Sur de Arabia, en las provincias de Hadramut y Mahra, donde murieron alrededor de una treintena de militares.
El Ejecutivo saudí ha criticado igualmente que estas maniobras militares —que Emiratos no menciona en su comunicado— “se llevaron a cabo unilateralmente, sin la aprobación del Consejo de Liderazgo Presidencial --la Presidencia de Yemen-- ni en coordinación con el liderazgo de la Coalición”.
El Consejo de Transición del Sur mantiene el control de buena parte del sur y el este de Yemen y ha rechazado las peticiones para retirarse de estas zonas. Asimismo, ha mantenido sobre la mesa su propuesta de un “estado federal justo” que integre a todos los grupos de población, y cuenta con el respaldo de las Fuerzas de Élite de Hadramut, que dominan las ciudades de Mukalla y Ash Shihr.
Por su parte, el Gobierno yemení reconocido internacionalmente conserva el control de las provincias de Marib (noreste) y Taíz (suroeste), mientras que las regiones norte y central del país siguen bajo dominio de las milicias hutíes, aliadas de Irán.