Una corte en China ha sentenciado a tres años y medio de prisión a un empresario de Japón acusado de espionaje, veredicto que el gobierno japonés ha calificado de «extremadamente lamentable», exigiendo la inmediata liberación del afectado.
El individuo, trabajador de la compañía farmacéutica Astellas de Japón, fue arrestado en marzo de 2023 y formalmente acusado en octubre de 2024, de acuerdo con lo que informó el embajador japonés en Pekín, Kenji Kanasugi, quien ha enfatizado que Tokio «seguirá pidiendo que este hombre sea liberado cuanto antes».
Kanasugi ha criticado el procedimiento judicial alegando que la explicación proporcionada por la corte «carece de transparencia», basándose en «los estándares» de Japón, y ha señalado que el condenado tiene derecho a apelar la decisión dentro de un plazo de diez días, información suministrada por la agencia de noticias Kyodo.
Por otro lado, el vocero del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, ha sostenido que China «es un país en el que rige el Estado de derecho» y ha asegurado que «las autoridades judiciales manejan los casos con respeto absoluto a la ley, garantizando los derechos legales y los intereses de las partes implicadas».
«De conformidad con las convenciones internacionales pertinentes y el acuerdo consular China-Japón, brindamos condiciones a la parte japonesa para llevar a cabo sus tareas consulares», ha destacado Lin, según reportes del diario ‘Global Times’. Adicionalmente, ha reiterado el apoyo de Pekín a la cooperación económica y comercial con Tokio, y ha declarado durante una conferencia de prensa que «Siempre que los extranjeros en China, o aquellos que llegan a China, cumplan con la ley y realicen sus actividades de acuerdo con ella, no hay necesidad de preocuparse ni de que se genere ansiedad», en respuesta a los comentarios de Japón sobre el fallo judicial.