Keith Kellogg, enviado para Ucrania del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado que un entendimiento para poner fin a la invasión rusa de Ucrania está “realmente cerca” y ha subrayado que el avance de las negociaciones depende en gran medida de cómo se resuelva el futuro de la región oriental del Donbás y de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, controlada por las fuerzas rusas desde marzo de 2022.
Durante su intervención en el Foro de Defensa Ronald Reagan, Kellogg ha recurrido a una metáfora militar para describir el momento actual del proceso negociador. “Si uno es una persona militar (…) sabe que los últimos diez metros hasta llegar al objetivo son siempre los más difíciles. Es donde están las fricciones. Creo que estamos en los últimos diez metros a la hora de intentar poner fin a este conflicto”, ha señalado, insistiendo en que el final del camino es especialmente complejo.
El enviado de Trump ha recalcado que, a su juicio, el nudo central de las conversaciones se concentra en “un par de asuntos” clave. “Creo que todo se reduce a un par de asuntos”, ha manifestado, antes de concretar que se trata de la situación en el Donbás y en la planta de Zaporiyia. En este sentido, ha añadido que “si se resuelven esos dos asuntos, el resto de cosas se solucionarían bastante bien”. “Creo que ya casi estamos ahí”, ha sostenido Kellogg, reiterando que un acuerdo “está muy cerca”.
Kellogg ha admitido que el proceso para acercar posiciones entre las partes implicadas ha sido especialmente complejo. Así, ha reconocido que “ha sido muy duro trabajar sobre estos puntos con todo el mundo” y ha puesto el foco en la magnitud de la guerra en Ucrania, que, según ha recalcado, “no tiene precedentes a nivel de conflicto regional” desde la Segunda Guerra Mundial.
Para ilustrar la dimensión del enfrentamiento, ha comparado el número de bajas en conflictos anteriores con las pérdidas acumuladas en la guerra actual. “La Unión Soviética se fue de Afganistán tras sufrir 18.000 bajas. Estados Unidos se fue de Vietnam tras 58.000. Rusia y Ucrania, combinados, tienen más de dos millones”, ha explicado, recordando que ni Kiev ni Moscú ofrecen desde hace meses cifras oficiales sobre militares muertos o heridos.
“Son cifras horribles. Es necesario poner fin al conflicto”, ha reiterado Kellogg, que ha insistido en la urgencia de detener la escalada bélica. En esta línea, ha defendido la conveniencia de mantener un canal de diálogo abierto con los presidentes de Ucrania y Rusia, Volodimir Zelenski y Vladimir Putin, respectivamente, así como “con cualquiera que quiera hablar” con Estados Unidos, con el objetivo de alcanzar un acuerdo que permita detener la guerra iniciada en febrero de 2022.










