Este martes, las autoridades turcas han decretado prisión para siete de los once arrestados tras el incendio ocurrido el pasado sábado en una fábrica de perfumes situada en el noroeste de Turquía, suceso que causó la muerte de seis personas. A estos detenidos se les imputan varios delitos, incluyendo homicidio y destrucción de pruebas.
Un tribunal en Gebze ha dictado la medida después de que la Fiscalía interrogara a los once sospechosos, entre los cuales se encuentran el dueño de la fábrica y dos familiares directos, su hijo y su sobrino, informa BirGün.
De los arrestados, tres familiares y otros dos sospechosos han sido encarcelados bajo la acusación de homicidio premeditado, mientras que otros dos enfrentan cargos por presunto encubrimiento. Por otro lado, de los cuatro sospechosos restantes liberados, a tres se les ha prohibido salir del país y uno ha sido puesto bajo arresto domiciliario.
El incendio, que se desató en la localidad de Dilovasi, dejó seis muertos y siete heridos, devastando la planta de perfumes. Entre las víctimas mortales, que se encontraban en el almacén al momento del siniestro, figuraban tres menores de 15 y 17 años.











