La ONU ha reportado que al menos 80 personas han fallecido y se han registrado más de 2.100 casos de cólera entre los desplazados sudaneses de Darfur, al oeste de Sudán. Específicamente, más de 20 decesos se han producido en Tawila, Darfur Norte, desde abril.
Según estimaciones de UNICEF, la cifra de personas que han llegado a Tawila desde abril supera el medio millón, procedentes principalmente de los campos alrededor de El Fasher, la capital estatal, donde los paramilitares han impuesto un asedio prolongado.
La mayoría de los recién llegados a Tawila venían de Zamzam, donde se declaró oficialmente la primera hambruna por organismos humanitarios internacionales desde el comienzo del conflicto en abril de 2023.
Los datos de UNICEF sobre Tawila coinciden grosso modo con los informes de finales de mes de la ONG Coordinadora General para Campos de Desplazados y Refugiados, que reportó 26 muertes y más de 1.400 casos de cólera.
No obstante, en todo Darfur, «la situación es todavía más alarmante» con 80 fallecidos y 2.140 casos confirmados hasta el 30 de julio. A nivel nacional, desde la declaración oficial del brote de cólera en agosto de 2024, la ONU ha registrado más de 94.000 casos y más de 2.370 muertes en 17 de los 18 estados de Sudán.
En Darfur Norte, más de 640.000 niños menores de cinco años están en riesgo. Recientes evaluaciones de UNICEF indican que «el número de niños que sufren desnutrición aguda grave en la región se ha duplicado en el último año».