Desde junio, la epidemia de cólera que afecta a Darfur, una región al oeste de Sudán, ha provocado la muerte de al menos 374 personas y el registro de cerca de 9.000 casos, de acuerdo con cifras proporcionadas por una ONG que coordina los campamentos para desplazados y refugiados.
La organización ha alertado que la propagación de la enfermedad está incrementando su velocidad de forma preocupante. El viernes pasado se reportaron 319 nuevos casos y 13 fallecimientos en los campamentos para desplazados distribuidos por la región, incluyendo localidades como Tawila en Darfur del Norte, Jebel Marra y las urbanizaciones de Nyala y Zalingei.
En la localidad de Tawila, donde decenas de miles han escapado de los enfrentamientos en El Fasher, se han contabilizado 77 muertes dentro de los 4,886 casos detectados. Por otro lado, la región montañosa de Jebel Marra ha sufrido 152 fallecimientos, según se recoge en un informe del ‘Sudan Tribune’.
Este brote de cólera se desarrolla en un contexto de guerra devastadora que empezó en abril de 2023 entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), exacerbando los conflictos comunitarios históricos en Darfur.
Las RSF están cerca de dominar los puntos clave de toda la región, incluyendo la histórica capital de Darfur, El Fasher, que han estado asediando durante varios meses.