El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha enfatizado que desde Ankara se «supervisará de cerca» la implementación del acuerdo recientemente establecido entre Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), el cual inaugura la primera etapa de un plan para el futuro de la Franja de Gaza ideado por Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Erdogan ha elogiado los esfuerzos de Trump en este ámbito.
«Turquía supervisará de cerca la aplicación del acuerdo y seguirá contribuyendo al proceso», afirmó Erdogan en su perfil de la red social X, donde reconoció el acuerdo y expresó su «sincero agradecimiento» a Trump por «mostrar la voluntad política necesaria para impulsar al Gobierno israelí a aceptar un alto el fuego».
Además, Erdogan ha valorado positivamente la intervención de Qatar y Egipto, describiéndolos como «países hermanos» que «han desempeñado un papel crucial en la consecución de este acuerdo» después de más de dos años de ofensiva militar de Israel contra Gaza en respuesta a los ataques iniciados el 7 de octubre de 2023 por parte de Hamás y otras facciones palestinas.
«Seguiremos luchando hasta que se logre establecer un Estado palestino independiente, soberano y territorialmente coherente, con las fronteras de 1967 y teniendo a Jerusalén Este como su capital», subrayó Erdogan, lamentando el «dolor indescriptible» sufrido por los palestinos en estos dos últimos años.
Erdogan también resaltó la resistencia de los palestinos «bajo condiciones inhumanas, perdiendo a hijos, madres, padres, familiares y amigos, sin renunciar a su dignidad a pesar de las numerosas tragedias vividas». «Que el Señor otorgue felicidad a las almas de nuestros mártires y les conceda el paraíso», concluyó.
Por su parte, Trump anunció en la red Truth Social que las partes habían aceptado su propuesta tras las recientes negociaciones indirectas en Egipto, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, describió el acontecimiento como «un gran día para Israel», anunciando una reunión del gobierno para firmar el acuerdo. Hamás, por otro lado, confirmó «un acuerdo para terminar la guerra en Gaza, retirar la ocupación, permitir la entrada de ayuda humanitaria e intercambiar prisioneros».
La campaña militar israelí en Gaza, iniciada tras los ataques del 7 de octubre, ha resultado en aproximadamente 67.200 muertes palestinas, incluyendo 460 por hambre y desnutrición, de los cuales 154 eran niños, según las autoridades de Gaza controladas por Hamás, en un contexto de críticas internacionales por las acciones del ejército israelí, especialmente en relación con el bloqueo de ayuda, lo que ha provocado que el norte de Gaza sea declarado zona de hambruna.