El mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, ha descrito como un «acto de piratería» el abordaje de la flotilla Global Sumud por las fuerzas israelíes en aguas internacionales, destacando que el objetivo de los activistas era proporcionar asistencia a los «palestinos oprimidos» en Gaza.
Erdogan ha indicado que este incidente es una muestra de que «el aparato genocida está en un estado frenético para ocultar sus crímenes en Gaza» y ha criticado al «Gobierno genocida de (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu» por no permitir ni la menor oportunidad de alcanzar la paz.
«La Global Sumud Flotilla ha evidenciado una vez más la brutalidad en Gaza y el rostro homicida de Israel», señaló Erdogan, enfatizando que Turquía «no abandonará a los hermanos y hermanas palestinos y se esforzará al máximo por conseguir un alto el fuego y restablecer la paz», según lo reportado por la agencia estatal de noticias turca, Anatolia.
Además, Erdogan ha subrayado el trabajo de las autoridades turcas para asegurar la protección de los aproximadamente 50 activistas turcos involucrados, quienes están siendo trasladados a Israel para su próxima deportación.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Israel ha asegurado que los activistas son trasladados de manera «segura» a Israel, «donde se iniciarán los procesos para su deportación a Europa», y ha afirmado que los barcos no lograron superar el «bloqueo naval» a Gaza. «La provocación ha terminado», concluyeron.
La actual ofensiva israelí en la Franja ha causado más de 66.200 palestinos fallecidos –incluyendo 455 por hambre y desnutrición, 151 de ellos niños–, según informes de las autoridades en Gaza controladas por Hamás, en un contexto de creciente condena internacional por las acciones del ejército israelí, particularmente en relación al bloqueo de ayuda humanitaria, que ha provocado que el norte de Gaza sea declarado zona de hambruna.