Recep Tayyip Erdogan, presidente turco, señaló recientemente que Turquía se encuentra en un punto decisivo respecto a la lucha contra el «terrorismo», en vista de los progresos alcanzados en las negociaciones de paz con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Erdogan ha instado a todas las partes implicadas a «apoyar el proceso» y a «centrarse en contribuir lo máximo posible» para alcanzar un acuerdo definitivo.
«Estamos dando pasos para lograr una Turquía libre de terrorismo», declaró en una reunión con miembros de su partido, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), según informa el diario ‘Hurriyet’. Además, Erdogan enfatizó que el objetivo inicial es una Turquía sin terrorismo, seguido por el de una región también libre de esta amenaza.
«Parece que hemos llegado a una nueva encrucijada (…) en este camino. Todo el mundo debe arrimar el hombro en este asunto, apoyar el proceso y centrarse en contribuir lo máximo posible», afirmó Erdogan, quien describió como «constructivo» su último encuentro con representantes del prokurdo Partido por la Igualdad y la Democracia Popular (DEM), quienes están facilitando la mediación.
El presidente turco también destacó que «una Turquía libre de terrorismo es una Turquía poderosa que ha roto las herrumbrosas cadenas en sus pies» y que esto representa «una Turquía feliz que vive en paz y tranquilidad». Asimismo, señaló que están «continuando nuestro trabajo sin prestar atención a las provocaciones y sin ceder ante los intentos en secreto o en público para sabotear el proceso».
La comisión parlamentaria encargada de supervisar el proceso de paz tiene previsto reunirse el jueves para discutir el envío de una delegación a la cárcel de la isla de Imrali, donde podrían encontrarse con Abdulá Ocalan, líder del PKK, y considerar la posibilidad de que este hable ante el Parlamento sobre el proceso de paz.
Recientemente, el PKK anunció su disolución y el fin de su lucha armada, tras cuatro décadas de conflicto. Esta decisión siguió a un llamamiento de Ocalan para iniciar negociaciones, marcando un proceso de transición en Turquía para reconocer «la realidad kurda en todas sus dimensiones».
