El pasado jueves en la colonia Carlos Cantú, Reynosa, agentes pertenecientes a la Fiscalía de Justicia del estado de Tamaulipas dispararon accidentalmente contra un vehículo familiar, resultando en la muerte de un niño de 7 años. La familia, proveniente de Victoria, estaba compuesta por dos adultos y el menor.
Inicialmente, los agentes dispararon a las llantas del automóvil y, sin un motivo claro, continuaron disparando hacia quienes estaban dentro, conforme a lo reportado por ‘La Jornada’. El ataque dejó al padre con una herida superficial en el rostro y la madre con dos balazos en el brazo, mientras que el niño recibió un disparo fatal en la cabeza.
Tras el tiroteo, cuando los oficiales se percataron de que las víctimas eran una familia sin armas, se disculparon, admitiendo su error. A pesar de los esfuerzos por brindarles atención médica, el niño sucumbió a la gravedad de su herida.













