La cifra de muertos en los enfrentamientos que han tenido lugar durante las últimas 48 horas en la provincia de Sueida, ubicada en el sur de Siria, ha excedido el centenar, según informes del Ministerio de Defensa. Estos conflictos han afectado principalmente a grupos locales.
«Al menos 18 de nuestros soldados fueron martirizados y otros resultaron heridos», declaró el vocero del ministerio, Hasán Abdulghani, quien también reafirmó «su pleno compromiso con la salvaguarda de la seguridad de la patria y sus ciudadanos, y confirma su determinación de poner fin a estos absurdos enfrentamientos y a la persecución de los grupos al margen de la ley» a quienes acusó de agredir a las fuerzas armadas.
Además, Abdulghani comunicó el despliegue de «refuerzos militares y de seguridad a la zona con el fin de neutralizar los enfrentamientos y controlar la situación general, al tiempo que se mantienen los canales de comunicación y se coordina con los líderes de la provincia y su población», luego de un anuncio previo en la mañana.
El Ministerio de Defensa ha indicado que el número de bajas ha ascendido, con un total de 103 muertos según el balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Este organismo, basado en Londres con informantes en Siria, ha localizado los enfrentamientos en Kanaker, Zala y Mazraa, señalando la participación de milicias drusas y tribus beduinas apoyadas por las autoridades.
El Observatorio también reportó que las víctimas incluyen 60 drusos, dos de los cuales eran niños, 18 beduinos y siete personas sin identificar. Adicionalmente, se han registrado cerca de 200 heridos en el Hospital Nacional de Sueida, algunos en estado crítico.
Tras un incidente inicial de un robo y secuestro breve de un comerciante que resultó gravemente herido, el Ministerio de Defensa hizo un llamado a la cooperación con las fuerzas de seguridad, enfatizando que «restablecer la seguridad y la estabilidad en Sueida es una responsabilidad compartida entre el Estado y sus ciudadanos».
El gobierno atribuyó la escalada de violencia a un «vacío institucional» que fomenta la inestabilidad. Mientras tanto, Israel ha realizado bombardeos en defensa de la minoría drusa y Damasco ha pedido respeto a la soberanía nacional, comprometiéndose a proteger a dicha comunidad.