El Gobierno provisional de Nepal ha anunciado que el número de muertos debido a las protestas contra el anterior gobierno de Sharma Oli ha superado los 70. Las manifestaciones, detonadas por un incremento en la corrupción y restricciones en el acceso a importantes redes sociales, han tenido consecuencias trágicas.
Eaknarayan Aryal, secretario jefe del Gobierno, ha detallado ante los medios que 72 personas han perdido la vida y 191 han sufrido heridas. La mayoría de los fallecidos eran manifestantes, aunque también se cuentan tres miembros de las fuerzas de seguridad entre las víctimas.
Compensaciones y declaraciones oficiales
La primera ministra interina, Sushila Karki, ha otorgado el título de ‘mártires’ a los fallecidos y ha comprometido una compensación de un millón de rupias nepalíes (aproximadamente 6.000 euros) para cada familia afectada. Además, ha ordenado que se brinde atención médica sin coste a los heridos, incluyendo a 134 manifestantes y 57 policías.
En un discurso recogido por ‘The Kathmandu Post’, Karki ha calificado los ataques a instituciones clave como actos delictivos que requieren investigación y ha sugerido que las protestas podrían haber sido parte de una conspiración planificada. La reciente toma de posiciones como el Parlamento y el Tribunal Supremo por parte de los manifestantes ha sido especialmente alarmante.
El reconocimiento internacional no se ha hecho esperar, con China felicitando a Karki por su nueva posición y Estados Unidos, a través de su embajada en Katmandú, aplaudiendo la restauración de la calma y la transición pacífica hacia un nuevo gobierno. Ambos países han expresado su disposición a colaborar con el gobierno de transición nepalí.