Este domingo, la gobernación de Sueida en Siria fue escenario de nuevos enfrentamientos que resultaron en la muerte de al menos seis personas y heridas a otras diez. Estos choques se dieron entre las fuerzas de seguridad sirias y grupos locales, en una región que aún se recupera de la violencia sectaria que el mes pasado culminó con un alto el fuego mediado por Estados Unidos, dejando cerca de 1.500 muertos.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó que las víctimas mortales, todos miembros de las fuerzas del Gobierno a excepción de un combatiente druso, ascendieron a seis en la ciudad de Sueida. Además, informó que las fuerzas de seguridad de Damasco han retomado el control de Tal Hadid, un área clave en la zona rural occidental de la gobernación.
Ahmed al Dalati, comandante de las Fuerzas de Seguridad Interna en la región, describió estos eventos en una entrevista con Syria TV como un «ataque organizado de grupos ilegales». El Observatorio también reportó la muerte de al menos dos agentes gubernamentales y un hombre armado de las facciones locales, anticipando que el número de bajas podría aumentar debido a la gravedad de las heridas de otros diez.
Por otro lado, el Ministerio del Interior de Siria denunció estos incidentes como una «violación del acuerdo de alto el fuego por parte de bandas rebeldes», acusándolos de perpetrar «ataques traicioneros» y bombardear aldeas, lo que resultó en más víctimas y heridos entre el personal de seguridad. Además, criticó a estos grupos por sus «campañas mediáticas y sectarias», y por usar las violaciones a la tregua para justificar sus «prácticas arbitrarias», incluyendo detenciones ilegales.
Finalmente, las autoridades sirias reafirmaron su compromiso de estabilizar el acuerdo de alto el fuego para «garantizar la seguridad de los civiles» y «allanar el camino para el retorno gradual de los servicios y la vida normal» en Sueida, enfatizando su continua labor nacional y humanitaria en la región.