El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha señalado la posibilidad de levantar el veto de su país a la nueva ronda de sanciones contra Rusia que la Unión Europea pretende ratificar este jueves. Fico ha indicado que esta decisión se tomará tras incluirse algunas exigencias de Bratislava en las conclusiones de la cumbre, incluyendo el control sobre los precios de la energía.
Desde el parlamento, Fico, quien es percibido como un aliado de Moscú en Europa junto al primer ministro húngaro Viktor Orbán, ha comentado que es “los más probable” que comunique a sus socios europeos su conformidad con esta nueva serie de sanciones, la decimonovena hasta la fecha.
El mandatario eslovaco ha reiterado que bloquear las sanciones a Rusia nunca ha sido su intención, pero ha criticado a la Unión Europea por centrarse excesivamente en Ucrania, olvidando “los problemas fundamentales de la economía y la población europeas”, como el aumento en los precios de la energía.
Fico ha expresado su conformidad con el contenido de las sanciones, que incluyen medidas contra el gas licuado, la ‘flota fantasma’ rusa y las plataformas de criptomonedas, aunque ha lamentado que el tema recurrente en las cumbres de la UE sea siempre Ucrania, según informa el diario ‘Sme’.
Además de la gestión de precios energéticos, Fico ha propuesto revisar las regulaciones sobre emisiones y motores de combustión. La economía de Eslovaquia, que se sustenta en industrias de gran consumo energético como la automovilística y la pesada, depende significativamente de las importaciones de gas y petróleo rusos.
El gobierno eslovaco ha alertado que renunciar a estas importaciones energéticas rusas podría provocar un incremento aún mayor de los precios.














