El grupo yihadista Estado Islámico ha asegurado este jueves que el ataque llevado a cabo el pasado fin de semana contra una fiesta judía en la playa de Bondi, en la ciudad australiana de Sídney, constituye “un orgullo”, aunque no ha asumido la responsabilidad del atentado, en el que murieron al menos 15 personas.
En un editorial difundido en uno de sus canales de propaganda, Estado Islámico se refiere al “orgullo de Sídney” y sostiene que este tipo de “operaciones” dejan “impactados y con dudas” a sus “enemigos”, independientemente de que el grupo yihadista “reivindique la autoría, la aplauda o permanezca en silencio”.
La playa de Bondi era en parte el escenario de una celebración de la festividad judía de la Janucá, iniciada el domingo. Según los asistentes, alrededor de 2.000 personas se habían reunido para este acto cuando se produjo el ataque, que dejó además más de 40 heridos de distinta gravedad.
El atentado fue ejecutado por al menos dos atacantes: un padre, que falleció, y su hijo, de 24 años, que fue arrestado y se encuentra en estado crítico. La Policía australiana ha calificado lo ocurrido como un atentado terrorista dirigido de forma específica contra los participantes en dicha celebración.