La Policía de Mánchester ha revelado que uno de los dos fallecidos en el reciente ataque cerca de una sinagoga podría haber sido alcanzado accidentalmente por disparos de los agentes en el intento de detener al agresor, que también hirió a otro individuo. El jefe de la Policía local, Stephen Watson, ha destacado la posibilidad de que las heridas de bala en la víctima mortal no concuerden con el hecho de que el atacante, Yihad Al Shami, no llevaba arma de fuego al perpetrar el ataque, inicialmente arrollando y luego atacando con cuchillo a los presentes.
Siguiendo con esta línea, Watson ha considerado que la muerte podría ser “una consecuencia trágica e imprevista de las acciones urgentes emprendidas por los agentes para poner fin a este cruel ataque”, según se desprende de un comunicado en la web de la Policía Municipal de Mánchester y los informes preliminares del instituto forense del Ministerio del Interior.
Además, otro de los heridos, que actualmente se encuentra hospitalizado, recibió un disparo en una parte no vital del cuerpo. Watson indicó que ambos afectados podrían haber estado juntos en el momento del ataque. La situación ha incrementado la tensión social en el país, que ya venía experimentando protestas propalestinas. Ante este panorama, la ministra del Interior, Shabana Mahmood, ha solicitado la suspensión de marchas planeadas, aunque algunos organizadores han decidido continuar con las protestas, una decisión que ha decepcionado profundamente a Mahmood.