El Ejecutivo estonio ha implementado el cierre de dos segmentos de carretera que cruzan brevemente territorio ruso, motivado por la presencia observada de militares rusos en dichas áreas, lo que ha puesto en alerta a las autoridades sobre los potenciales peligros para la seguridad.
La carretera que enlaza las localidades de Lutepaa y Sesniki en Estonia, atraviesa territorio ruso en dos cortos tramos, uno de 30 metros y otro de un kilómetro. Estos pasos están regulados por acuerdos bilaterales que permiten a los ciudadanos estonios la travesía por Rusia bajo la condición de no realizar paradas.
El primer ministro de Estonia, Kristen Michal, ha declarado que, tras una evaluación del ‘nivel de amenaza’ en una reciente reunión gubernamental, se ha decidido mantener cerrada la ruta hasta que se construya una alternativa. Ha explicado que la utilización de estas carreteras supone un riesgo debido a que ‘la actividad rusa ha aumentado’ y que el acuerdo de tránsito sin detenciones ‘no es viable si hay personas armadas’ en las proximidades, tal como informó la cadena ERR.
Desde el Gobierno, se proyecta finalizar la construcción de una ruta alternativa en los próximos meses, con la expectativa de que la vía definitiva esté operativa en aproximadamente un año. Para acelerar este proceso, también se han intensificado las evaluaciones de impacto ambiental.
















