Un reciente estudio difundido el jueves sostiene que un confinamiento inmediato en marzo de 2020 en Reino Unido hubiera permitido evitar hasta 23.000 fallecimientos. El documento también critica que los cuatro gobiernos que lideraron el país durante la crisis sanitaria no comprendieron la gravedad de la situación de la COVID-19 «hasta que fue demasiado tarde».
El confinamiento fue instaurado por el Gobierno de Boris Johnson el 23 de marzo de 2020, diez días después de que expertos gubernamentales alertaran sobre la rápida propagación del virus. Antes de esta medida, el 16 de marzo, el Gobierno había recomendado acciones voluntarias como el distanciamiento social y el aislamiento en caso de síntomas.
Heather Hallett, presidenta de la comisión investigadora, indicó que si se hubieran implementado estas medidas voluntarias antes, el confinamiento obligatorio podría haber sido más breve o incluso innecesario. Según el informe, un confinamiento una semana antes habría reducido las muertes en un 48 por ciento en la primera ola, lo que representa unas 23.000 vidas.
Además, Hallett subraya que no se evaluó adecuadamente el impacto del confinamiento en los grupos vulnerables y en la salud mental infantil debido al cierre de escuelas. Estos errores se repitieron en 2020 ante una segunda ola de contagios.
El documento de 800 páginas concluye que, a pesar de las difíciles decisiones tomadas bajo gran presión, la gestión fue «insuficiente y tardía» y estuvo marcada por una «cultura tóxica y caótica» que repercutió en la toma de decisiones. No obstante, destaca que Reino Unido fue pionero en iniciar la vacunación en diciembre de 2020.
El primer informe, divulgado en julio, aboga por una reforma del sistema de planificación e insta a la creación de un organismo independiente para la asesoría en emergencias civiles y la evaluación de la preparación nacional, incluyendo simulacros de pandemia cada tres años.
La comisión busca mejorar la respuesta a futuras crisis y no asignar culpabilidades, aunque la gestión inicial de Johnson, quien minimizó la amenaza del virus y fue hospitalizado tras contagiarse, está siempre presente en las discusiones.
