La Eurocámara identifica a nueve países como principales responsables de la represión extraterritorial

La Eurocámara acusa a nueve naciones de estar detrás del 80% de la represión de activistas fuera de sus fronteras, en suelo europeo.

Archivo - El presidente ruso Vladimir Putin, junto al presidente chino Xi Jinping y el líder norcoreano Kim Jong Un en la plaza de Tiananmen para asistir al desfile militar con motivo del 80.º aniversario de la victoria sobre Japón en la II Guerra MundialAlexander Kazakov/TASS via ZUMA / DPA - Archivo

El Parlamento Europeo ha señalado a Rusia, China e Irán, junto a otros seis estados, como los principales actores detrás del 80% de los incidentes de represión de activistas y opositores en territorio ajeno, especialmente en Europa, de acuerdo con un nuevo informe ratificado recientemente. Este análisis revela que, en la última década, se han registrado 1.200 casos en 103 países.

La Eurocámara describe esta represión trasnacional como ‘ataques y amenazas perpetrados por Estados, regímenes autoritarios y sus agentes’, con el fin de proteger y extender sus intereses fuera de sus fronteras para ‘coaccionar, controlar o silenciar a disidentes, opositores políticos, periodistas, activistas, defensores de los Derechos Humanos y miembros de la diáspora’, según enfatizan los eurodiputados.

Además de Rusia, China e Irán, el documento también apunta a países que son socios estratégicos de la UE, como Turquía y Egipto, y menciona a Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Bielorrusia y Camboya. A estos se les atribuyen prácticas como ‘asesinatos selectivos, secuestros, violencia, acoso y repatriaciones forzadas, desapariciones y expulsiones’, según el reporte.

INCLUIR LA REPRESIÓN TRANSNACIONAL EN LOS ACUERDOS DE LA UE

Ante esta situación, la Eurocámara propone incluir la represión transnacional en los acuerdos de la UE con terceros países para monitorizar el cumplimiento de las cláusulas sobre Derechos Humanos.

Asimismo, insta a los países de la UE a intensificar las medidas para identificar, prevenir y gestionar las formas digitales de represión transnacional, como las campañas de desinformación y el ciberespionaje dirigidos contra defensores de los Derechos Humanos.

Finalmente, el Parlamento Europeo solicita que se intensifique el uso del régimen global de sanciones de la UE en materia de Derechos Humanos y se responsabilice más a los países vinculados con estos actos de represión fuera de sus fronteras.

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