Un ex alto mando de las Fuerzas Especiales del Reino Unido ha denunciado que los soldados británicos en Afganistán cometieron “crímenes de guerra” como ejecuciones extrajudiciales de “sospechosos” durante su presencia en el país como miembros de una coalición liderada por Estados Unidos.
El oficial, conocido solo por el código N1466, compartió estas acusaciones en una declaración durante una investigación independiente solicitada por el Ministerio de Defensa del Reino Unido tras un informe de la BBC que revelaba la muerte de al menos 54 personas bajo “circunstancias sospechosas” durante el conflicto afgano hace una década.
Según un documento de la comisión investigadora, N1466 mencionó que dos altos exoficiales de las fuerzas especiales “eliminaron evidencias de posibles crímenes de guerra ejecutados por el Servicio Aéreo Especial (SAS)”.
El testigo declaró que había “indicios suficientes” de “comportamiento criminal” por parte de las tropas británicas y que lo reportó al director de las fuerzas especiales en 2011, quien “claramente sabía que había un problema en Afganistán y no actuó al respecto”.
“Seré claro. Estamos hablando de crímenes de guerra, de ejecutar a detenidos con el pretexto de que había actuado con violencia contra los militares. Estoy siendo muy franco llegados a este punto, pero así me sentí en aquel momento”, afirmó, según el documento.
N1466 destaca por ser el oficial de mayor rango que ha testificado existencia de pruebas de estos presuntos crímenes de guerra, supuestamente encubiertos por el propio SAS.
Además, confirmó que los mandos no informaron a la Real Policía Militar del Reino Unido sobre estas acusaciones, a pesar de que la legislación británica requiere que los comandantes reporten cualquier posible delito cometido por sus subordinados.