El Tribunal Superior Militar de la República Democrática del Congo ha emitido un fallo este martes que impone la pena de muerte al expresidente Joseph Kabila por su implicación en crímenes de guerra, traición y liderazgo en una insurrección como cabecilla de la Alianza del Río Congo (AFC), que es la facción política del Movimiento 23 de Marzo (M23).
Según el dictamen, Kabila, que ha estado viviendo fuera del país durante más de dos años, organizó encuentros relacionados con el M23 en Goma y Bukavu, ciudades importantes de las provincias de Kivu Norte y Kivu del Sur, respectivamente.
Además, se ha verificado que Kabila supervisó personalmente varios centros de entrenamiento del M23. No obstante, el tribunal se ha declarado incompetente para pronunciarse sobre las alegaciones acerca de su supuesta nacionalidad ruandesa, de acuerdo con lo reportado por el portal Actualité.
Previamente, la Fiscalía había demandado la pena máxima para Kabila, acusándolo de ser el cerebro detrás de una serie de violaciones graves de derechos humanos, incluyendo asesinatos y deportaciones forzosas, llevadas a cabo por los milicianos del M23 en el este del país.
Las audiencias del juicio, que se basaron principalmente en las evidencias aportadas por la Fiscalía, comenzaron el 31 de julio tras la decisión del Senado de retirarle la inmunidad parlamentaria. El fallo se retrasó para permitir la declaración de más testigos.
El actual presidente del país, Félix Tshisekedi, ha señalado a Kabila de apoyar a los insurgentes después de que el M23 se apoderara de Goma y Bukavu, contribuyendo al incremento de las tensiones y al riesgo de un conflicto directo entre la RDC y Ruanda.
Kabila abandonó el cargo en 2019 y ha estado fuera de la RDC desde 2023, aunque regresó brevemente en abril de este año, motivado por «la degradación del contexto de seguridad», en pleno conflicto entre el ejército nacional y el grupo rebelde.