Este sábado, el expresidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha sido nuevamente interrogado en relación con las acusaciones de intentar obstruir la ejecución de una orden de arresto emitida en enero, después de su controversial declaración de ley marcial el 3 de diciembre, que fue anulada por el Parlamento tras una amplia movilización y críticas de un posible autogolpe.
«Hay una investigación en marcha por obstrucción de arresto. Me han dicho que el interrogatorio está transcurriendo bien», indicó el fiscal especial Park Ji Young, según lo citado por la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
La semana pasada, Yoon ya había sido llevado a declarar, luego de varios intentos fallidos de interrogatorio obstaculizados por las objeciones de su equipo legal.
A pesar de las protestas de su defensa, que califica estas citaciones de ilegales por la implicación de un agente denunciado en el arresto de Yoon, el expresidente fue interrogado sobre su instrucción al Servicio de Seguridad Presidencial para impedir físicamente a los agentes anticorrupción que ejecutaran la orden judicial de detención en enero.
Esta constituye la segunda vez que Yoon se presenta ante los Agentes de Alto Rango de la Oficina de Investigación de la Corrupción en cinco meses, tras su detención e interrogatorio en enero, antes de ser formalmente destituido como jefe del Estado, y después de haber rechazado declarar en tres ocasiones en diciembre.
Yoon está acusado de insurrección por la declaración de la ley marcial y de obstrucción a su propio arresto por ordenar a su seguridad bloquear a los agentes.
