El sábado, el Gobierno polaco ha expulsado a 15 ciudadanos de Ucrania hacia su nación de origen, tras ser encontrados responsables de múltiples infracciones a las normativas locales, incluyendo delitos como tenencia de estupefacientes, falsificación de documentos y manejo bajo efectos del alcohol.
La información fue divulgada por el Ministerio del Interior y Administración, indicando que estas deportaciones elevan a 1.100 el total de extranjeros expulsados de Polonia de forma obligatoria desde el inicio del año actual, según un comunicado recopilado por la agencia de noticias PAP.
La agencia PAP también destacó que estos individuos han sido añadidos a una lista de personas ‘no grata’, siendo vetada su entrada a Polonia por un lapso de cinco a diez años.
Declaraciones oficiales
‘Polonia es un país acogedor y abierto a los extranjeros. Sin embargo, no existe ni existirá jamás consentimiento para que infrinjan la ley, independientemente de su país de origen. El Ministerio del Interior y de la Administración responderá con firmeza ante cualquier violación de nuestro ordenamiento jurídico’, enfatizó Karolina Gabecka, portavoz del Ministerio.
Este incidente ocurre tras el rechazo por parte del presidente polaco, el ultraderechista Karol Nawrocki, de una ley que el Parlamento había aprobado recientemente para mejorar las ayudas sociales a los refugiados ucranianos y prolongar su estatus de protección temporal hasta marzo de 2026.