Kim Yong Nam, quien fuera presidente de la Asamblea Suprema del Pueblo y ocupase el cargo de jefe de Estado honorífico en Corea del Norte, ha fallecido a los 97 años debido a un fallo multiorgánico causado por una intoxicación “cancerosa”, según ha comunicado este martes la agencia estatal KCNA.
Kim Jong Un, líder actual de Corea del Norte, ha rendido homenaje al féretro de Kim Yong Nam, expresando su “más sentido pésame” tras su muerte ocurrida el lunes. La agencia de noticias norcoreana ha elogiado a Kim Yong Nam por sus “distintiguidos servicios” a la nación.
Durante la ceremonia, el mandatario estuvo acompañado por altos funcionarios del Gobierno y del Partido del Trabajo de Corea, destacando la “fidelidad a la revolución, su noble honor, su lealtad inquebrantable y su gran capacidad dentro del Partido y entre sus líderes”, según indica la necrológica publicada por la KCNA.
“Durante sus casi 80 años de actividad revolucionaria, siempre (…) cumplió a la perfección con el sagrado deber de demostrar el prestigio de la patria, fiel a la causa del Partido, y gozó del respeto y el cariño de los miembros del Partido y del pueblo por su carácter modesto, digno, honesto e intachable”, añade la agencia.
Aunque Kim Yong Nam no estaba emparentado con el actual dirigente del país, presidió la Asamblea Popular Suprema desde 1998 hasta abril de 2019, desempeñando un papel más simbólico pero crucial, sirviendo a las tres generaciones de líderes desde la fundación del país en 1948.
