Una segunda persona ha perdido la vida como consecuencia del tiroteo que tuvo lugar la semana pasada en un centro de detención de ICE en Dallas, Texas, EE.UU. La Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC) ha confirmado que la víctima, Miguel Ángel García Hernández, sucumbió a las heridas graves que sufrió en el incidente.
Miguel Ángel, de 32 años, originario de México y residente en Estados Unidos desde los trece años, estaba entre los tres detenidos que recibieron disparos el 24 de septiembre. Su esposa, Stephany Gauffeny, compartió en un comunicado difundido por LULAC: “Mi marido Miguel era un buen hombre. Era un padre cariñoso y aportaba mucho a nuestra familia”. También mencionó que habían comprado su primera casa juntos y que él trabajaba incansablemente para proveer a sus hijos. “Su muerte es una tragedia que carece de sentido alguno y que nos ha dejado rotos”, lamentó.
Los informes preliminares indican que el ataque comenzó poco antes de las 6:40 a.m. (hora local), perpetrado por un individuo desde un edificio próximo al centro de detención. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Interior de EE.UU., reveló que el atacante se suicidó antes de que las autoridades pudieran detenerlo. Además, durante el tiroteo perdió la vida Norlan Guzman Fuentes, un salvadoreño de 37 años, mientras que otra víctima continúa hospitalizada. El autor de los disparos fue identificado como Joshia Jahn, de 29 años.