Dos individuos han perdido la vida este domingo debido a distintos bombardeos ejecutados por Israel en el sur del Líbano, a pesar de que actualmente está en vigor un acuerdo de cese al fuego tras un reciente aumento de la tensión militar.
Uno de los decesos ocurrió cuando drones israelíes atacaron un vehículo en Nabi Chit, en la zona de Baalbek, tal como reporta el periódico libanés ‘L’Orient-Le Jour’. El otro fallecido, miembro del grupo chií Hezbolá, murió en un ataque similar cerca de Naqura, en el distrito de Tiro, cuando un dron disparó dos proyectiles contra su automóvil.
El difunto ha sido identificado como Abdel Sayed, quien era dueño de una estación de servicio y miembro de Hezbolá, según indica el mismo diario. Su gasolinera se ubicaba próxima al cuartel de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL).
Posteriormente, el ejército israelí confirmó un ataque en la región, en el que se reporta la muerte de un líder de las fuerzas especiales de Hezbolá, la Fuerza Raduán, identificado como Muhamad Akram Arabiya. Según Israel, “Arabiya promovía la reconstrucción de la capacidad de combate de Hezbolá y participó en intentos de restablecer la infraestructura terrorista de Hezbolá, en violación de los acuerdos entre Israel y el Líbano”.
Israel ha realizado múltiples ataques aéreos sobre Líbano, justificándolos como acciones contra Hezbolá y afirma que estas operaciones no contravienen el acuerdo de cese al fuego. Sin embargo, tanto Beirut como Hezbolá, y también Naciones Unidas, han criticado estas acciones, alertando sobre el potencial desestabilizador de las mismas.
El acuerdo de paz establecía que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus fuerzas del sur del Líbano. No obstante, Israel ha mantenido cinco posiciones en el territorio de su país vecino, lo cual ha sido objeto de críticas por parte de las autoridades libanesas y Hezbolá, quienes demandan el fin de esta presencia militar, incluyendo los sobrevuelos en el espacio aéreo libanés.
