En un reciente giro de los acontecimientos, Tyler Robinson, un joven de 22 años, ha sido señalado como el presunto autor del asesinato de Charlie Kirk, tras ser identificado y entregado por su propia familia a las autoridades estadounidenses. Robinson, quien ya había demostrado anteriormente su hostilidad política hacia el activista ultraconservador, fue arrestado gracias a la intervención de sus familiares.
El gobernador de Utah, Spencer Cox, reveló durante una conferencia de prensa que un pariente de Robinson comunicó su sospecha a un amigo cercano, quien posteriormente informó a la oficina del sheriff en el condado de Washington. “Robinson les había confesado que había cometido el ataque”, explicó Cox, añadiendo que la familia “hizo lo correcto” al actuar de esta manera.
Según fuentes de seguridad consultadas por CNN, fue el padre de Robinson quien lo reconoció en las fotografías distribuidas por el FBI y decidió acudir a un pastor para facilitar la entrega de su hijo. Tras ser localizado por las fuerzas de seguridad, vestido con ropas similares a las de las imágenes difundidas, Cox compareció ante los medios después de que el presidente Donald Trump anunciara el arresto en una entrevista en Fox News.
Los investigadores descubrieron que Robinson había adoptado una postura política más radical en los últimos años. Incluso había mencionado que Kirk asistiría al campus de Orem, donde fue asesinado, y expresó su desagrado por las ideas del activista. En conversaciones con su compañero de piso, Robinson también habló del rifle utilizado en el crimen, sugiriendo que podría abandonarlo en un arbusto.
Adicionalmente, el gobernador confirmó que Robinson había grabado mensajes en las balas utilizadas, con frases como “Hey, fascista, ¡cógelo!”, un fragmento de la canción antifascista ‘Bella Ciao’ y “si estás leyendo esto, eres gay”.