El senador Flávio Bolsonaro ha iniciado contactos con los máximos dirigentes de varias de las principales formaciones de la derecha brasileña para relanzar su proyecto presidencial de cara a las elecciones de 2026, en las que se prevé que se mida al actual mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, con el indulto o la amnistía de su padre, Jair Bolsonaro, como telón de fondo.
Flávio insistió este martes en que su postulación es “irreversible”, despejando así las dudas generadas la víspera, cuando deslizó la posibilidad de no llegar hasta el final del proceso electoral. “Tengo un precio que voy a negociar”, declaró entonces en una rueda de prensa, unas palabras que ahora ha tratado de aclarar.
“Mi precio es Bolsonaro libre y en las urnas. O sea, que no hay precio, esa es la conclusión. Lo explico porque parece que me estoy poniendo a la venta y no es así”, remarcó Flávio tras visitar a su padre en las instalaciones de la Policía Federal en Brasilia, donde se encuentra recluido, según informa el portal G1.
Con Jair Bolsonaro cumpliendo una condena de 27 años de cárcel por el intento de golpe de Estado de 2022, Flávio confirmó el pasado viernes su entrada en la carrera presidencial, poniendo fin a meses de especulaciones sobre el rumbo del bolsonarismo. Durante ese tiempo llegó a barajarse el nombre de su tercera esposa, Michelle, para encabezar el movimiento, si bien en los últimos días se han vuelto a evidenciar las tensiones entre ella y los hijos del exmandatario.
En el marco de esta estrategia, Flávio se ha sentado ya con los líderes de algunos de los partidos más relevantes de la derecha, entre ellos Antônio de Rueda, de Unión Brasil; Valdemar Costa Neto, del Partido Liberal; y Ciro Nogueira, de Progressistas, entre otros interlocutores. Asimismo, cuenta con el respaldo explícito del gobernador de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, quien en su momento sonó como posible cabeza de cartel del bloque conservador para 2026.
Sin embargo, dentro de la bancada del Centrao, que agrupa a una amplia constelación de partidos de corte conservador y pragmático que negocian su apoyo parlamentario a cambio de cuotas de poder, han comenzado a aflorar reservas sobre la conveniencia de que un integrante del clan Bolsonaro sea el encargado de liderar a la derecha en los próximos comicios presidenciales.
Estos sectores consideran que la familia Bolsonaro ha visto erosionado su capital político tras la condena del expresidente por el intento de golpe de Estado, lo que podría fragmentar el voto conservador en la primera vuelta y abrir la puerta a una derrota electoral del bloque derechista.











