La Global Sumud Flotilla, en su ruta hacia Gaza, ha rechazado la oferta de Israel de trasladar la ayuda humanitaria y ha subrayado que esta acción se enmarca en una “una práctica recurrente” destinada a obstaculizar y demorar la entrega de asistencia. Además, ha advertido sobre posibles acciones punitivas contra su embarcación por su negativa.
Para los integrantes de la flotilla, la sugerencia de desembarcar y redistribuir la carga en el puerto de Ascalón, Israel, no representa una solución imparcial, sino una maniobra para “obstruir de manera deliberada” el proceso de ayuda.
“El historial de Israel de interceptar buques, bloquear convoyes y restringir rutas demuestra que su intención no es facilitar la ayuda humanitaria, sino controlarla, retrasarla y denegarla”, señala la flotilla en un comunicado.
Además, han recordado que desde mayo de 2025, Israel ha permitido la entrada a Gaza de sólo un promedio de 70 camiones al día, cifra muy inferior a los 500-600 que estiman las agencias de la ONU son necesarios para satisfacer las necesidades básicas de los gazatíes.
La flotilla también ha alertado de que Israel “prepara el terreno” para una posible respuesta violenta contra sus tripulantes, quienes “actúan legalmente para prestar ayuda”, al calificar “una misión humanitaria pacífica como una ‘infracción de la ley’”.
Ha instado a la comunidad internacional a no tomar las directrices de Israel como meras instrucciones operativas, ya que representan una prolongación del bloqueo, que según investigadores de la ONU, son “parte del genocidio en curso en Gaza”.
Mientras tanto, Israel sostiene que la negativa de la flotilla muestra que su propósito no es asistir a Gaza, sino “servir a Hamás”, y ha advertido que si persisten en su ruta, tomarán “las medidas necesarias para impedir su entrada en la zona de combate y detener cualquier violación del bloqueo naval”.
Israel ha prometido tomar estas medidas “haciendo al mismo tiempo todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad de sus pasajeros”.