En las primeras horas de este miércoles, la Flotilla Global Sumud ha informado desde sus embarcaciones en ruta hacia la Franja de Gaza sobre la presencia de “múltiples drones, objetos no identificados lanzados, interferencias en las comunicaciones y explosiones”, describiendo estos actos como “operaciones psicológicas” e intimidaciones.
“Estamos presenciando estas operaciones psicológicas de primera mano, ahora mismo, pero no nos dejaremos intimidar”, declararon desde la flotilla a través de su canal de Telegram, poco después de la 1.00 de la madrugada, hora local (medianoche en la península española), subrayando la detección de “múltiples drones, objetos no identificados lanzados, interferencias en las comunicaciones y explosiones”.
La misión ha apuntado a “Israel y sus aliados” como responsables de estos incidentes, calificándolos de “espantosos” por los extremos a los que, dicen, se llega “para perpetuar los horrores de la hambruna y el genocidio en Gaza”.
“Pero nuestra determinación es más fuerte que nunca. Estas tácticas no nos disuadirán de nuestra misión de entregar ayuda a Gaza y romper el asedio ilegal. No nos silenciarán. Seguiremos navegando”, afirmaron con firmeza desde la flotilla.
Horas antes, se comunicó que “más de 15 drones han sobrevolado el barco Alma a baja altitud, apareciendo aproximadamente cada 10 minutos” cerca de la embarcación, que fue el blanco del segundo ataque con drones mientras la mayor parte de la misión estaba anclada en el puerto de Sidi Bou Said en Túnez.
En ese mismo día, la flotilla rechazó la propuesta de Israel de atracar y transferir la ayuda desde el puerto de Ascalón, en Israel, criticando esta oferta como “una práctica recurrente” para obstaculizar y retrasar la entrega de asistencia humanitaria, y advirtiendo de posibles represalias por su negativa.
Por su parte, Israel sostiene que la actitud de la flotilla demuestra que su objetivo no es asistir al pueblo de Gaza, sino “servir a (el Movimiento de Resistencia Islámica) Hamás” y ha alertado de que, de continuar con su plan, tomarán “las medidas necesarias para impedir su entrada en la zona de combate y detener cualquier violación del bloqueo naval”, aunque asegurando que harán “todos los esfuerzos posibles para garantizar la seguridad de sus pasajeros”.
