Este miércoles, las autoridades de Francia han procedido a la detención de un petrolero en las inmediaciones de Saint-Nazaire, en la costa occidental del país. Dos miembros de la tripulación han sido arrestados, y actualmente están siendo investigados por la Fiscalía de Brest por presuntos ‘delitos marítimos’.
El navío, conocido como ‘Pushpa’ o ‘Boracay’, fue abordado por militares franceses vestidos con uniformes de camuflaje y pasamontañas. El capitán y su primer oficial fueron los arrestados. Según reportes de TF1, el barco, que ondeaba la bandera de Benín, partió de un puerto ruso con destino a India y es sospechoso de transportar petróleo ruso ilegalmente, burlando así las sanciones internacionales impuestas debido al conflicto en Ucrania.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha llamado a una ‘extrema cautela’ y ha señalado que ‘esta tripulación cometió errores muy graves, lo que justifica el proceso judicial’. Los cargos formulados por Stéphane Kellenberger, fiscal de Brest, incluyen ‘falta de prueba de la nacionalidad del buque/bandera’ y ‘desacato’.
Registrado su recorrido, el ‘Pushpa’ fue visto cerca de las costas de Polonia y Suecia, y más adelante en Dinamarca el 22 de septiembre, coincidiendo con la presencia de drones sobre aeropuertos daneses. Tras pasar varios días cerca de las costas danesas, el 25 de septiembre tomó dirección hacia el Atlántico a través del Canal de la Mancha y tres días después fue interceptado frente a Saint-Nazaire.
Además, el barco ha sido sancionado por la Unión Europea, Canadá, Suiza, Nueva Zelanda y el Reino Unido. Es parte de la llamada flota fantasma rusa, utilizada por Moscú para evadir las restricciones europeas sobre su crudo y para el transporte de material militar o grano ucraniano robado.