Las Fuerzas Armadas de Malí han efectuado ‘bombardeos de precisión’ en las proximidades de Bamako, la capital, apuntando a objetivos que consideran ‘terroristas’. Este movimiento se produce como respuesta al incremento de las actividades de Al Qaeda en la región, que ha establecido un bloqueo al suministro de combustible a la metrópolis, buscando estrangular los recursos del gobierno militar en el poder.
Los ataques aéreos se llevaron a cabo el lunes en Soribougou, en la región de Kita, resultando en la destrucción de una ‘base terrorista’ durante una operación terrestre que se organizó tras los ataques recientes. Durante la operación, se confiscaron cuatro motocicletas y otros bienes, incluyendo equipos de comunicación.
‘El puesto de control del sector pudo interceptar además un camión que transportaba 40 motocicletas nuevas’, señaló el ejército en un comunicado en Facebook, reafirmando ‘la determinación de las Fuerzas Armadas a la hora de garantizar la seguridad de las personas y sus bienes en todo el territorio nacional’.
Estos bombardeos sucedieron después de que la Unión Africana manifestara su preocupación por ‘el rápido deterioro de la situación de seguridad’ en Malí debido a las recientes acciones del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), afiliado a Al Qaeda en el Sahel, solicitando una intervención internacional ‘robusta’ y ‘coherente’.
Desde los golpes de Estado en agosto de 2020 y mayo de 2021, Malí está bajo el control de una junta militar liderada por Assimi Goita, quien ha buscado fortalecer lazos con Rusia, alejándose de Francia y sus tradicionales aliados occidentales.