Desde la región canadiense de Niagara, los ministros de Exteriores del G7 han enfatizado este miércoles la “urgente necesidad” de establecer un cese al fuego “inmediato” en Ucrania, en un contexto de incertidumbre sobre la disposición de Rusia para negociar una solución pacífica al conflicto.
“Reafirmamos nuestro apoyo inquebrantable a Ucrania en la defensa de su integridad territorial y su derecho a existir, así como de su libertad, soberanía e independencia. Reiteramos la urgente necesidad de un alto el fuego inmediato”, se indica en una declaración conjunta.
En la misma línea, se ha acordado que “la actual línea de contacto debe ser el punto de partida de las negociaciones”, recordando además su compromiso con el principio de que “las fronteras internacionales no deben modificarse por la fuerza”.
Los ministros han declarado que continúan aplicando presión económica sobre Rusia y están “explorando medidas contra los países o entidades que contribuyen a financiar sus esfuerzos bélicos”. Asimismo, han condenado la asistencia militar de Corea del Norte e Irán, y el suministro de armas y componentes por parte de China.
Finalmente, han “reconocido las conversaciones en curso sobre diversas opciones de financiación”, en alusión a los activos rusos bloqueados, y han aprovechado la ocasión para condenar los recientes ataques rusos contra la infraestructura energética de Ucrania.











