El Grupo de los Siete (G7) y la Unión Europea, con el apoyo de otras naciones aliadas, han emitido una acusación contra Hong Kong por intentar realizar una ‘represión transnacional’ al emitir en julio órdenes de arresto contra 19 activistas que ahora viven en el exilio, incluidos algunos residentes en los países que este viernes han unido sus voces en esta denuncia.
Según las autoridades de Hong Kong, los activistas están intentando ‘subvertir el poder estatal’, pero los países firmantes del comunicado consideran que la persecución se debe ‘por ejercer su libertad de expresión’, una preocupación que previamente ya había sido manifestada de manera individual por varios gobiernos.
Además, han expresado su compromiso de continuar esforzándose por salvaguardar la seguridad y soberanía nacional y ‘defender a los individuos del alcance de gobiernos que intentan silenciarlos, acosarlos, dañarlos o coaccionarlos’.
Por último, han hecho un llamado a reportar cualquier ‘actividad sospecha’ e incidentes que puedan ser señal de intimidaciones o presiones ejercidas sobre los activistas en Hong Kong, un territorio que, bajo la administración china, ha intensificado sus leyes contra la disidencia alineándose con las directrices de Pekín.
