Desde la Franja de Gaza, bajo el control de Hamás, se ha informado que el territorio se encuentra lleno de “entre 65 y 70 millones de toneladas de escombros” y “cerca de 20.000 artefactos explosivos no activados”, resultado de la reciente ofensiva de Israel. Este hecho se produce tras los incidentes del 7 de octubre de 2023.
La oficina de prensa gazatí ha comunicado a través de Telegram que la “escala de la destrucción y los escombros por la guerra genocida de la ocupación israelí” ha alcanzado niveles nunca antes vistos en la historia moderna. Según estimaciones de mediados de octubre, se ha producido una devastación masiva de hogares y estructuras esenciales, convirtiendo la franja en un escenario de desastre ambiental y estructural y complicando el rescate y la ayuda humanitaria.
Asimismo, se enfrentan a grandes desafíos en la limpieza de los escombros debido a la prohibición israelí de importar maquinaria pesada necesaria para tales tareas. Esta situación ha llevado a un llamamiento para que la comunidad internacional actúe y presione a Israel para facilitar el acceso a la zona.
Además, se ha mencionado el riesgo que representan los aproximadamente 20.000 artefactos explosivos desactivados, incluyendo “bombas y misiles”, los cuales son una grave amenaza para la seguridad de civiles y trabajadores de ayuda. Se subraya la importancia de precauciones de seguridad en los trabajos de limpieza para evitar más pérdidas de vidas.
Finalmente, el comunicado concluye con la necesidad de desarrollar un amplio plan de gestión de escombros que aborde la identificación de áreas afectadas, el manejo de residuos tóxicos y estrategias para el reciclaje y almacenamiento temporal, asegurando así la recuperación segura y efectiva de Gaza tras el grave desastre humanitario.
Este anuncio llega poco después del acuerdo entre Israel y Hamás, mediado por la propuesta del presidente Donald Trump, que incluyó un alto el fuego y el intercambio de prisioneros y cuerpos de víctimas entre ambos bandos.